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sábado, 5 de septiembre de 2015

Familia de Aylan Kurdi pidió asilo a Canadá, pero le negaron

El niño sirio cuya fotografía se ha convertido en el símbolo del drama de los refugiados.


  
Sobrevivió a las bombas y a la guerra, pero no al mar ni a las barreras geográficas y legales que separan un Oriente Próximo en llamas de Europa.
Con su diminuta camiseta roja y su pantalón azul, tendido sin vida en la turística playa turca de Ali Hoca Burnu, lamiéndole la cara las mismas olas del mar que lo mataron- ha sido identificado como Aylan Kurdi. Sólo tenía tres años.

Su familia había intentado pedir asilo en Canadá, el cual, les fue negado.
La barca hinchable en la que viajaban la familia de Aylan y otros refugiados sirios –un total de seis personas- partió en la noche del martes al miércoles de la península de Bodrum (suroeste de Turquía) con destino a la isla de Kos. 
Pero jamás llegó a su destino. Junto al pequeño sirio murió su hermano, Galib (de 5 años), su madre, Rihan Kurdi (de 35 años) y un joven de 18 años. 

Sólo dos personas, una de ellas el padre de la familia Kurdi, Abdullah, lograron ser rescatadas por los guardacostas turcos. 

                                                        







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