El régimen usurpador lanzó migajas al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), logrando desarticular su lucha y quitarse “otra piedra del zapato”.
De acuerdo con la agencia Proceso, el SME finalmente cayó en la trampa y pactó con los delincuentes que usurpan el poder, luego de seis años de cruenta lucha por salvar a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), empresa paraestatal desmantelada por el genocida Felipe Calderón justamente para destruir al SME y entregar la infraestructura eléctrica del Estado a la iniciativa privada.
Según el citado medio, citando datos de Reforma, el régimen usurpador de Peña Nieto otorgaría al sindicato “activos” que podría explotar durante 30 años a cambio de que el gremio encabezado por Marín Esparza renuncie al pasivo laboral de 80 mil millones de pesos, es decir, a recursos de los electricistas que no les fueron pagados en tiempo y forma.
Joao Parreira, presidente ejecutivo de América Latina de la empresa Mota-Engil, reveló que Peña habría maiceado al SME con derechos para explotar por 30 años un parque de generación eléctrica.
El empresario informó que supo de las negociaciones por el acercamiento entre el SME y Mota-Engil en 2013, cuando trabajadores mexicanos del sindicato participaron en proyectos de Mota-Engil en Panamá y Perú.
Parreria explicó que el parque que les “prestó” Peña ya era operado antes por LyFC asociada en partes iguales con Mota-Engil. No obstante, la empresa privada ostenta más de la mitad de los derechos sobre el parque, 51 por ciento según el directivo.
Para poder explotar los derechos del parque eléctrico manteniendo la asociación, el sindicato dirigido por Martín Esparza creo una nueva empresa denominada LF Centro. De esta manera, continuará la sociedad con la empresa privada Mota-Engil que también se verá beneficada del acuerdo entre Peña y el SME.
La nueva sociedad que se conformó, es decir a LF Centro/ Mota-Engil, ahora llevará el nombre de “Fenix”.
Los derechos de explotación otorgados al SME incluyen la operación de 14 plantas hidroeléctricas y cuatro plantas de ciclo combinado ubicadas en el Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala. A cambio, el sindicato avaló no cobrar el pasivo laboral adeudado a los agremiados que no aceptaron la liquidación tras la extinción ilegal de LyFC, y que asciende a 80 mil millones de pesos.
El SME firmará próximamente el convenio de extinción del fondo liquidador de los extrabajadores de LyFC con el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
En tanto, la empresa privada asociada con el SME, Mota-Engil, no pagó un solo peso por el parque y contratará a trabajadores del SME para operar las plantas, aportando la inversión para reactivarlas.
Con esto, el SME renuncia a la lucha por reactivar Luz y Fuerza del Centro, y en cambio se presta para beneficiar a Mota-Engil para que participe en la primera subasta de la privatización del sector eléctrico, convocada por la “Secretaría de Energía” (Sener) en octubre próximo.
El parque concesionado a Fenix, según Parreira, arrancará operación antes del 1 de enero de 2016 cuando inicia el Mercado Eléctrico Mayorista.
Según el citado medio, citando datos de Reforma, el régimen usurpador de Peña Nieto otorgaría al sindicato “activos” que podría explotar durante 30 años a cambio de que el gremio encabezado por Marín Esparza renuncie al pasivo laboral de 80 mil millones de pesos, es decir, a recursos de los electricistas que no les fueron pagados en tiempo y forma.
Joao Parreira, presidente ejecutivo de América Latina de la empresa Mota-Engil, reveló que Peña habría maiceado al SME con derechos para explotar por 30 años un parque de generación eléctrica.
El empresario informó que supo de las negociaciones por el acercamiento entre el SME y Mota-Engil en 2013, cuando trabajadores mexicanos del sindicato participaron en proyectos de Mota-Engil en Panamá y Perú.
Parreria explicó que el parque que les “prestó” Peña ya era operado antes por LyFC asociada en partes iguales con Mota-Engil. No obstante, la empresa privada ostenta más de la mitad de los derechos sobre el parque, 51 por ciento según el directivo.
Para poder explotar los derechos del parque eléctrico manteniendo la asociación, el sindicato dirigido por Martín Esparza creo una nueva empresa denominada LF Centro. De esta manera, continuará la sociedad con la empresa privada Mota-Engil que también se verá beneficada del acuerdo entre Peña y el SME.
La nueva sociedad que se conformó, es decir a LF Centro/ Mota-Engil, ahora llevará el nombre de “Fenix”.
Los derechos de explotación otorgados al SME incluyen la operación de 14 plantas hidroeléctricas y cuatro plantas de ciclo combinado ubicadas en el Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Hidalgo y Tlaxcala. A cambio, el sindicato avaló no cobrar el pasivo laboral adeudado a los agremiados que no aceptaron la liquidación tras la extinción ilegal de LyFC, y que asciende a 80 mil millones de pesos.
El SME firmará próximamente el convenio de extinción del fondo liquidador de los extrabajadores de LyFC con el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
En tanto, la empresa privada asociada con el SME, Mota-Engil, no pagó un solo peso por el parque y contratará a trabajadores del SME para operar las plantas, aportando la inversión para reactivarlas.
Con esto, el SME renuncia a la lucha por reactivar Luz y Fuerza del Centro, y en cambio se presta para beneficiar a Mota-Engil para que participe en la primera subasta de la privatización del sector eléctrico, convocada por la “Secretaría de Energía” (Sener) en octubre próximo.
El parque concesionado a Fenix, según Parreira, arrancará operación antes del 1 de enero de 2016 cuando inicia el Mercado Eléctrico Mayorista.
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