Convocados por el alcalde Ronald Farfán Becerra, más de cinco mil huaquillenses llegaron desde tempranas horas y se concentraron en el parque Ismael Pérez Pazmiño, para de ahí ingresar al centro de la ciudad caminando pacíficamente, puesto que su único objetivo era que el Prefecto Quirola los reciba en audiencia y escuche sus planteamientos en torno al diferendo limítrofe que existe con el vecino cantón Arenillas.
No obstante de haber obtenido los permisos correspondientes para movilizarse y que la marcha era de carácter pacífico, un reducido número de policías intentó detener a los manifestantes en las calles Juan Montalvo y 25 de Junio, lo que generó un pequeño forcejeo que no pasó a mayores.
Ya en la Prefectura, los fronterizos se encontraron nuevamente con las puertas de la institución cerradas y resguardadas por un piquete de oficiales de la Policía Nacional y empleados de la misma, quienes sin dar ninguna explicación negaron el ingreso de los huaquillenses.
El Alcalde rechazó una vez más la actitud negativa del señor Prefecto, quien es reiterativo en su posición de marginar al pueblo fronterizo de Huaquillas. Pero le recordó, que no está lejos el nuevo proceso electoral y ahí será cuando en las urnas, los huaquillenses tendrán la oportunidad de expresar todo lo que sienten en contra de él.
Por lo demás, dijo sentirse tremendamente agradecido de Dios, por el respaldo mayoritario que le brinda el pueblo a cada momento. Sentenció que no desmayará por un momento por estos desaires, por el contrario, dijo que los mismos le dan más fuerza para viajar otra vez a Machala, Guayaquil, Quito o a donde sea necesario, con el fin de defender hasta con su vida, los límites históricos de su querido cantón.
