Cuando tomó el mando de la selección ecuatoriana, el técnico Gustavo Quinteros advirtió que difícilmente su equipo llegará en plenitud de condiciones a la Copa América de Chile; y, por lo visto ayer en el estadio Rommel Fernández, así será.
La tricolor igualó 1-1 con Panamá, en uno de sus últimos partidos amistosos, dejando muchas dudas respecto a lo que será su rendimiento en el certamen continental.
Quinteros probó una alineación alterna, esperando evaluar a varios de los jugadores que convocó y a los que no había tenido la oportunidad de dirigir, debido al corto tiempo que ha tenido para trabajar.
Le dio minutos a Fidel Martínez, Jonathan González y Jaime Ayoví, para tratar de reforzar una delantera muy mermada por las ausencias de ÁngelMena, AntonioValencia yMichaelArroyo -quienes quedaron fuera de la Copa- e incluso apostó por una primera línea de volantes con dos viejos conocidos para él: Pedro Quiñónez y Osbaldo Lastra.
Las cosas no comenzaron bien, porque muy temprano perdió a la 'Yoya' Ayoví, también por lesión, viéndose obligado a modificar su planteamiento. JeffersonMontero entró a la cancha y Ecuador debió jugar con un falso nueve, con Miler Bolaños y el extremo del Swansea City inglés flotando por todo el frente de ataque.
El gol de Fidel Martínez, producto de la presión alta aplicada sobre el rival, alentó la esperanza de obtener una nueva victoria ante un equipo al que la Tricolor ha superado en la mayoría de sus enfrentamientos; pero la llegada del tanto del empate, por la vía del penalti, sumergió al combinado nacional en una serie de dudas, especialmente en su defensa.
Fueron los peores minutos de nuestra selección, que incluso pudo haber cosechado su primera derrota ante los centroamericanos de no mediar la buena intervención del golero Alexander Domínguez.
Falta mucho para el equipo y muy poco para el inicio de la Copa América. El sábado, en el estadio Capwell, Quinteros tendrá la última oportunidad de afinar líneas antes del debut oficial ante los chilenos.
