Ella es representante de 400 mujeres de la nacionalidad Puruhá que viven en la capital. La mañana de hoy, la dirigente criticó la mentalidad de los agentes metropolitanos que no les permiten laborar como vendedoras informales. Esa fue una de las reflexiones fueron parte del Taller con Mujeres Indígenas del Distrito Metropolitana de Quito, que se realizó en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo.
La actividad estuvo organizada por la Secretaría de Inclusión Social del Distrito Metropolitano de Quito.
Rebeca recordó que a inicios de este año una de sus amigas vendía duraznos en el centro de la capital, cuando un agente de control le ordenó salir del lugar. Al poner resistencia, el uniformado sacudió a su amiga del brazo. Debido al forcejeo, la comerciante soltó los 2 canastos con la fruta, que cayeron al piso. "Es feo para nosotros tener que agacharnos al piso a recoger nuestro producto, que en muchos casos ya está pisado y maltratado", relató.
La mujer indígena cuestionó: "¿Quién nos reconoce cuando nos ocurren estas cosas. Somos ecuatorianas que queremos salir adelante. Los policías no les dicen nada a los vendedores colombianos o cubanos, pero a nosotros no nos dejan en paz", señaló.
Josefina Lema, dirigente de Salud del Pueblo Quichua-Otavalo, también cuestionó la actitud de los agentes metropolitanos. La representante indígena contó que los gendarmes les quitan la mercancía de los mercados. "Eso nos representa un gasto económico", reiteró.
De acuerdo a la Encuesta de Violencia de Género contra las mujeres, efectuada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el 67,8% de las indígenas asegura que sufre de agresiones físicas, psicológicas o verbales, por su autoidentificación étnica.
Alrededor de 30 mujeres de varios sectores de la capital compartieron sus experiencias. Ahí socializaron el Informe del Movimiento Mujeres de Ecuador al Comité para la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) y las recomendaciones del Comité para el cumplimiento de derechos de las mujeres indígenas al Estado Ecuatoriano.
Además presentaron sus propuestas sobre el encuentro Beijing + 20, que se llevó a cabo en Lima (Perú) en marzo de 2015.
En el encuentro también se conoció que en el país hay un 78,5% de la población que se autoidentifica como indígena y vive en zonas rurales, mientras que el 21% habita en la ciudad.
En cuanto a la formación educativa, el 32,2% de las indígenas son analfabetas digitales. Tampoco cuentan con acceso a métodos de planificación, ya que un 43% no usa ningún métodos anticonceptivos.
