Fausto Trávez, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, sostuvo que el papa Francisco fue quien expresamente solicitó que la misa campal se realizara en el Santuario de la Divina Misericordia, en la Vía a la Costa, como condición para incluir a Guayaquil en su visita a Ecuador.
Esto, a propósito de que el Consejo de Seguridad del Guayas decidió hoy recomendar al Gobierno Nacional y la Arquidiócesis cambiar el evento, previsto para el 6 de julio, a la explanada del Parque Samanes (norte).
"Bueno, si es que ellos quieren cambiar (...), el Papa dijo clarísimo: si no voy al Santuario de la Divina Misericordia, no voy a Guayaquil", expresó Trávez al ser consultado por EL TELÉGRAFO sobre la recomendación del Consejo.
Trávez recalcó que en la Nunciatura saben sobre el deseo del Pontífice y que las autoridades aceptaron aquello. "Ellos decidieron ese informe y nos comunicaron a nosotros, y aceptó el Gobierno, y aceptaron las autoridades, aceptaron todos. Pero a última hora cambian, como quien dice 'no queremos hacer lo que el Papa quiere' y es otra cosa".
"El Papa va a un solo sitio a cada país, y él iba a ir solo a Quito, pero esta vez porque existe el santuario aceptó ir a Guayaquil", sostuvo el titular de la Conferencia Episcopal.
Añadió que "a todos nos parece y hasta la comisión (del Vaticano) que vino de Roma le pareció que era mejor en los Samanes (...) y cuando fue consultado (Francisco), entonces dijo el Papa: no voy a Guayaquil, que vengan todos a Quito", subrayó Trávez.
Problemas de logística y seguridad
Los miembros del Consejo analizaron aspectos logísticos y de seguridad, durante su recorrido de aproximadamente 30 kilómetros desde el aeropuerto hasta el Santuario de la Divina Misericordia (km 26 de la vía a la Costa).
En la sesión de hoy indicaron que el templo católico tiene a su alrededor terrenos privados. El prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, recordó que el presidente Rafael Correa ya constató que el terreno es irregular y si se procede a la nivelación por parte de la Prefectura o el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, implicaría la intervención de organismos públicos en propiedad privada.
"Nos estamos exponiendo a una glosa si no se hacen las cosas de la manera más adecuada", remarcó Jairala.
Asimismo, se prevé que a la misa campal podrían acudir más de 2 millones de feligreses. Pero para acceder al Santuario de la Divina Misericordia solo existe una vía (a la Costa) y no hay rutas de evacuación.
A nivel logístico, también se requiere de 3.000 baterías sanitarias. Pero en el país no existe esa cantidad. Jairala dijo que, al momento, su administración ha reservado las 240 que hay en Quito, "pero resultan insuficientes".
A ello se suman otras consideraciones, como la lejanía de hospitales (el más cercano está a 22 kilómetros), la necesidad de 12 kilómetros de vallas para los respectivos cercos de seguridad y de buses que trasladen a los feligreses porque la vía estará cerrada al tránsito de vehículos livianos.
El gobernador Rolando Panchana-quien mocionó el cambio- sostuvo que en la explanada del parque Samanes, "tendríamos todas las garantías de seguridad del caso". (I)