Hola a tod@s. Por fin en casa. Viaje muy exitoso pero, como siempre, muy intenso y cansado. Llegamos a la una de la mañana.
Parece que los de luto eterno quisieron recibirme en el aeropuerto. Les agradezco la gentileza. Ojalá que el pueblo se de cuenta de lo que buscan: si se hubiesen cruzado las dos caravanas hubieran habido terribles incidentes.
¿Quieren sacar al Presidente que les dio tres a uno en las últimas elecciones? ¡Háganlo democráticamente! Nos veremos en las urnas y los volveremos a vencer.
¡Somos más, muchísimos más!
Gran recibimiento de nuestros compañeros en la Plaza Grande.
¡Unidos, somos invencibles!
Pasará a la historia toda la violencia que los de siempre han generado por una ley de distibución de riqueza que afecta a menos del 2%, y otra contra la especulación de tierras. Por supuesto, afecta intereses de ciertos políticos.
Seguiremos en nuestras convicciones: el gran pecado social de nuestra América es la desigualdad, y donde la pobreza es fruto de la exclusión, no de la escasez de recursos.
Esta noche, a las 21h00, por la gravedad de los hechos -es claro que quieren generar más violencia-, dirigiré un Mensaje a la Nación.
Entre las cosas más simpáticas, mucha suerte a la Tri en su partido contra Bolivia. ¡Todos somos la TRI!
Algo jocoso y vergüenza ajena: cierta asambleísta dijo en twitter que quería aterrizar en la “Península” de Galápagos, y funge de abogada.
Al menos nos hacen reír.
¡Hasta la victoria siempre!